Septiembre ya está aquí. Hoy concluye la primera semana del curso. En el País Multicolor ya hemos empezado con las clases. Ha sido una locura de semana; entre horarios, alumnos nuevos, matrículas y cambios de aula vamos todos como locos. Este curso, el País Multicolor tiene menos espacio, y nos han cambiado a un aula/zulo sin ventanas. Pero no se está mal del todo. Vuelvo a tener un armario para mí sola, el piano que suena decente y el clave. Y sobretodo, muchos alumnos. Cuarenta y cuatro en total. La variedad de este año supera todas las expectativas; de los 3 a los 70 años. Yo estaba deseando empezar (consciente de que cuando empiece todo el mogollón estaré soñando con el próximo mes de julio).
La señal de que todo fue bien el curso pasado es que los padres me cuentan que los niños tenían muchísimas ganas de empezar otra vez a tocar. Vienen a clase, el primer día, diciendo "profe, ¿este año qué traes? ¿tienes partituras nuevas? ¿puedo tocar otra vez la de Dora la Exploradora en la audición?". Y yo me parto de la risa. Faltan 3 meses para la audición y ya quieren empezar a preparar algo. Además, este año tengo muchos hermanitos pequeños de alumnos que ya llevan algún curso, que quieren empezar a tocar. Resulta que en casa han aprendido notas y nombres de dedos porque juegan a ser "profes de piano" y vienen motivadísimos.
Es la semana de elegir libros. No me acaba de gustar ninguno, pero es necesario tener un material accesible para que lean bastante música, adaptada a su nivel, y que no siempre la conozcan. Tocar música conocida es maravilloso y motivador, pero no les obliga a pensar la medida ni a escuchar melodías nuevas.
Este año me propongo nuevos retos. Como a final de curso pretendo hacer recuento de lo conseguido y lo que no, los enumero, a ver cuantos cumplo:
- Quiero profundizar un poco más en la técnica, sobre todo en cuestión de relajación, con los alumnos que tienen 10 años o más. Desde luego que también lo veré con los más pequeños, pero no debo despistarme con los que ya conozco bastante. A algunos les ha llegado el momento de concentrarse más en este tipo de detalles. Y por supuesto, unido a esto está la búsqueda del sonido de calidad.
- La creatividad. Con los más pequeños, hace tiempo que hago el juego de "inventar", para que empiecen a explorar con el teclado de manera libre, pero ofreciendo pequeños ejemplos para que sigan buscando por distintos caminos. Llega la hora de pedir a los que ya saben hacer dos acordes, que intenten inventar una canción. Con su melodía y su acompañamiento. A lo mejor tengo que buscar alguna excusa para los menos lanzados. Algo se me ocurrirá...Pero veo fundamental que empiecen a usar la música como medio de expresión propio.
- Escuchar nuevas músicas. Esto se me hace difícil, sobretodo porque es media hora de clase. Pero lo veo muy necesario. Aunque sean 5 minutos. Los 5 primeros. A lo mejor puedo ponerla de fondo mientras hacemos algo; ejercicios simples de calentamiento, o simplemente ir sacando la partitura y sentándose en el piano.
- Tocar con otros. Esto también es complicado, porque la agenda de un niño es peor que la de un adulto. Pero habrá que probar...Puede ser con arreglos a 4 manos, o acompañando a otro instrumento. En fin...más arreglos nuevos.
Bienvenidos al nuevo curso. A alumnos, profesores, y a todo el que como yo, sienta que septiembre es el més en el que empieza el nuevo año.